¡ABBÁ PADRE!

PADRE,
que manifestaste tu amor para con nosotros enviando a tu Hijo al mundo a fin de que viviésemos por Él; I Juan 4, 9.

PADRE,
que nos predestinaste a ser hijos tuyos adoptivos por medio de Jesucristo, por causa de tu amor; Ef 1, 5.

PADRE, que nos amaste hasta querer hacer de nosotros verdaderamente tus hijos; I Juan 3, 1.

PADRE,
que enviaste a nuestros corazones el Espíritu de tu Hijo, el cual nos hace clamar hacia Ti: ¡Padre!;
Gál 4, 6.

PADRE,
que nos colmaste en Cristo de toda suerte de bendiciones espirituales;
Ef 1, 3.

PADRE, que nos escogiste antes de la creación del mundo, para ser santos y sin mancha en tu presencia por el amor;
Ef 1, 4.

PADRE,
que nos arrancaste a la potestad de las tinieblas para trasladarnos al reino de tu Hijo muy amado;
Col 1, 13.

PADRE,
que nos hiciste capaces de tener parte en la herencia de los santos en la luz;
Col 1, 12.

PADRE,
que nos amaste y nos diste con tu gracia el consuelo eterno y la esperanza;
II Tesal 2, 16.

PADRE de Jesús, que según tu gran misericordia nos regeneraste por la resurrección de Jesucristo para una viva esperanza;
I Pedro 1, 3.

PADRE de las misericordias y Dios de toda consolación;
II Cor 1, 3.

PADRE,
que haces nacer el sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos y pecadores; Mt 5, 45.

PADRE,
que a nadie juzgas, sino que todo el poder de juzgar lo diste al Hijo;
1 Juan 5, 22.

PADRE,
que tienes en Tí mismo la vida y diste al Hijo el tener la vida en Sí mismo; Juan 5, 26.

PADRE,
que enviaste a tu Hijo, Jesús, para que todos los que lo ven y creen en Él tengan vida eterna; Juan 6, 40.

PADRE de Jesús, que nos das el verdadero pan del cielo;
Juan 6, 32.

PADRE,
que ves en el secreto de nuestras almas;
Mt 6, 18.

PADRE,
que conoces todas nuestras necesidades;
Mt 6, 32.

PADRE,
que alimentas a las aves del cielo y vistes los lirios del campo;
Mt 6, 26.

PADRE,
sin cuya disposición no cae en tierra un solo pajarillo;
Mt 10, 29.

PADRE,
Señor del Cielo y de la tierra, que tienes encubiertas estas cosas a los sabios y a los prudentes del siglo, pero las revelas a los pequeños;
Mt 11, 25.

PADRE,
que buscas adoradores en espíritu y en verdad; Juan 4, 23.

PADRE de Jesús,
de quien proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra; Ef 3, 15.

PADRE
de todos los hombres,
que estás por encima de todos; Ef 4, 6.

PADRE de las luces, de quien desciende toda dádiva preciosa y todo don perfecto;
Sant 1, 17.

PADRE,
en quien no cabe mudanza, ni sombra de variación;
Sant 1. 17.

Yo te ofrezco, en testimonio de mi filial ternura, estas pobres páginas de meditación, extraídas del Corazón adorable de tu Divino Hijo, bajo la luz de tu Espíritu de Amor.

¡ABBÁ PADRE!

Fuente: «Hacia El Padre» de Monseñor Émile Maurice Guerry

Publicado por haciaelpadre

Blog dedicado a difundir la Ternura de DIOS PADRE DE TODA LA HUMANIDAD. ¡GRACIAS ABBÁ!

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